


Juan de Santander hacia Sevilla
En aquellos tiempos en todos los corrillos se hablaba de lo que venía de Las Indias y de las grandes oportunidades que había allí por lo que seguramente Juan decidió irse a Sevilla y tratar de probar fortuna, esto debido a que su familia era de clase baja y trataba de mejorar su condición de vida. Salió desde su hogar en Cueto, se desconoce si acompañado de sus padres o no, para embarcarse en el inicio de la aventura que cambiaría su vida.
Comenzó su viaje a pie, caminando desde Cueto hasta lo que hoy conocemos como Astillero; ahí consiguió hacerse con un caballo, gastando así una gran parte de sus ahorros, ya que no provenía de una familia pudiente. A lomos de su corcel consiguió llegar en su primer día hasta el asentamiento que se había iniciado poco tiempo atrás en el pueblo que nosotros conocemos como Sarón. Poco a poco fue avanzando por la gran corona de Castilla hasta llegar a Burgos, ahí trabajó de manera ardua durante un mes como herrero, hasta que consiguió ganar el suficiente dinero para poder continuar con su viaje. Además allí conoció a Juan de Arratia, quien procedía de Bilbao y con quien compartía muchas similitudes; se hicieron grandes amigos y decidieron continuar hasta Sevilla juntos.
Prosiguieron el viaje en carreta junto al caballo que previamente había comprado, descansando en pequeños pueblos del interior de Castilla, y posteriormente en ciudades como Medina del Campo o Ávila para conseguir víveres.
Posteriormente, dos meses después llegó a la conocida ciudad de Sevilla. En ese momento, un día después de su llegada junto a Juan de Arratia, comenzaron a buscar trabajo. Poco tiempo después, se enteraron en una cantina de que un capitán conocido como Fernando de Magallanes estaba buscando tripulación, para una expedición comercial financiada por la corona Española, por lo que sin dudar dos segundos decidieron unirse al viaje que este iba a realizar.
Por lo que finalmente, el día 10 de agosto de 1519 cinco naves descendieron desde Sevilla por el Guadalquivir y tras ultimar los preparativos, partieron desde Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519, Juan, por su edad, se enroló como grumete y embarcó en la nao “Trinidad”, que era la que mandaba Magallanes, con una paga de 800 maravedís mensuales, comenzando así su viaje.
A continuación, podemos observar la ruta que fue siguiendo Juan de Santander desde su casa en Cueto hasta Sanlúcar de Barrameda.
